Un espacio de descubrimiento y transformación
Les ha pasado que cuando le sugieren a alguien tomar terapia psicológica, se encuentran con respuestas como: “Yo no creo en los psicólogos.”, “¡Ni que estuviera loco!” “Nada más voy a perder mi tiempo.” o “¿Para qué voy, para que me digan lo que ya sé?”
También es posible que hayamos sido nosotros quienes en algún momento respondimos de esa manera.
Con certeza puedo decirles que un gran número de personas se niega o se resiste a tomar terapia psicológica debido a que desconocen y/o temen lo que pueden encontrar ahí.
Si es su caso o conocen a alguien en esta situación, a través de este texto podrán saber:
- Cuándo es el momento para acudir a una terapia psicológica.
- Qué ofrece Intervención Holística Psicoterapia a quienes requieren sus servicios.
- Qué podemos obtener a través de la psicoterapia.

¿Cuándo es el momento para acudir a una terapia psicológica?
Optamos por tomar una terapia psicológica cuando:
- Algo en algún ámbito de nuestra vida no está funcionando.
- Por más intentos que hacemos para que algo que queremos que suceda, no sucede.
- Tratamos de detener una situación en nuestra vida o procuramos no repetir la misma historia, nos parece imposible conseguirlo.
- Hay un punto de incongruencia en nuestra vida. Es decir: lo que queremos y lo que estamos viviendo, no coinciden.
- Un problema supera nuestros intentos de solución.
- Enfrentamos un cambio repentino y nos sentimos rebasados por este.
- Hemos atravesado por un evento traumático que nos ha quitado la tranquilidad.
- Pasamos más días en el malestar que en el bienestar y esto nos impide disfrutar la vida.
- Gastamos la mayor parte de nuestros días inmersos en nuestro pasado, convirtiendo nuestro dolor en sufrimiento.
- Cuando tenemos dificultades en nuestras relaciones.
¿Qué ofrece Intervención Holística Psicoterapia a quienes requieren sus servicios?
Intervención Holística ofrece un espacio respetuoso, confidencial y profesional.
En la medida de lo humanamente posible, es un espacio libre de juicios de valor, en el que las respuestas correctas o incorrectas son inexistentes. Un espacio en el que nos vamos desprendiendo de las etiquetas que la sociedad y la familia, con sus respectivos mandatos, nos han ido poniendo y que han derivado en la formación de nuestro autoconcepto y de nuestra autoestima que, sin duda, tiene repercusiones relevantes en la creación de la vida que queremos.
Aunque en Intervención Holística Psicoterapia incorporamos elementos y estrategias del Psicoanálisis, de la Terapia Gestalt, de la Terapia Sistémica y de la Cognitivo Conductual (por citarles algunos), la metodología con la que mayormente trabajamos es la que aporta el enfoque Transgeneracional, que es el estudio de los árboles genealógicos a través de la Psicología. Para quienes aún desconocen el significado de esta palabra, que puede resultar extraña, los invito a leer el título Transgeneracional, la psicología de nuestro árbol genealógico. Ahí encontrarán un breviario de lo que este enfoque terapéutico ofrece.
Intentando resumirlo en una frase, este modelo de psicoterapia opera en áreas de nuestra vida en las que por más intentos que hacemos para que algo que queremos suceda, eso tan deseado y tan buscado, no llega; o en ámbitos en los que por más que intentamos detener una situación en nuestra vida o tratamos de no repetir la misma historia, nos parece imposible conseguirlo. Es como si nuestro asunto ya no se tratara de un tema de voluntad, puesto que por intentos no hemos parado.

Además de centrarnos en el requerimiento tan particular de cada persona que busca el servicio, también es de suma importancia la relación que se va creando entre los participantes de la terapia, pues en gran medida, lo que nos acerca a las soluciones y lo que sana, es la manera en la que nos relacionamos.
Para acercarnos a la creación de soluciones y para elaborar las herramientas de afrontamiento que requieren, es importante que primero obtengamos ciertos datos concretos. Con datos concretos me refiero a fechas, eventos y significados, que para construir un mapa familiar y conocer el modo de relación entre los integrantes, además de rastrear los patrones de comportamiento y de relación que se están repitiendo generación tras generación.
A la actividad que realizo durante el ejercicio de la psicoterapia, me gusta llamarlo acompañamiento, considero que eso es lo que hago. Me mantengo a su lado, permitiendo que cada cual a su propio ritmo vaya descubriendo, se vaya dando cuenta, vaya creando y se vaya transformando a través de nuestra relación terapéutica.
Las personas que me brindan la oportunidad de acompañarlas, deciden qué hacer y qué no hacer, cuando avanzar y cuándo parar, avanzan a su propio paso y me ajusto a sus requerimientos. Por eso la duración del proceso es muy diferente para cada persona.

Es importante comentar que existe la creencia de que si acudimos a psicoterapia, desde la primera sesión el resultado debe ser que salgamos sintiéndonos mejor de lo que nos sentíamos antes de entrar.
Me gustaría decirles que así es, sin embargo sería imprudente prometerles que eso va a suceder, les cuento porqué.
Es muy probable que toquemos temas que antes no se habían abierto y si permanecían cerrados es porque causaban miedo, dolor, culpa y/o vergüenza. Eso puede resultar incómodo porque nos va a llevar a experimentar emociones que quizás preferiríamos no tocar.

Este punto me gusta ilustrarlo con el ejemplo de una herida física. ¿Alguna vez se han caído y la consecuencia de esa caída fue una tremenda raspada?
¿Recuerdan el ardor del jabón sobre la herida y lo incómodo que resultó que retiraran las piedritas o la tierra incrustada en las diferentes capas de la piel? Y qué decir de la sensación que les provocaba la sustancia que les estaban poniendo en la herida: alcohol, mertiolate o un bálsamo.
A lo que voy es que, si con tal de no pasar por ese ardor ni por esa incomodidad, nos hubiéramos resistido a limpiar la herida o a que alguien más la lavara o la suturara, lo que habría resultado de eso es una infección. Una infección cuyo tratamiento también habría requerido, en el más leve de los casos, lavar la herida y que nos doliera, exprimir el pus y que también nos doliera, lavar la herida y que nos ardiera… Todo eso para poder sanar. Aunque también estaba la opción de permanecer con el pus ahí hasta que nos imposibilitara el movimiento cada vez más.
Bueno, lo mismo ocurre con los asuntos personales que nos van generando heridas. Si permanecen sin atención, nos traerán pensamientos, emociones, sentimientos, comportamientos, modos de relación y una larga lista de consecuencias que probablemente irán mermando nuestra capacidad para movernos por la vida, hasta incapacitarnos por completo.

La mayoría de las personas que se han dado la oportunidad de vivir la terapia psicológica en Intervención Holística Psicoterapia, saben que, si es necesario transitar por esa incomodidad, vale cada esfuerzo que hagan, saben que están acompañadas todo el tiempo y que conforme avanzan las sesiones se acercan cada vez más a la creación de la vida que desean.
Y digo la mayoría de las personas, porque también ha habido excepciones. Hay personas para quienes aún no es el momento de entrar a las profundidades de su historia o de su responsabilidad y deciden parar abruptamente el proceso en cuanto dicha incomodidad les resulta insoportable.
Y se vale, todo se vale, es su espacio y en su espacio son libres de seguir o parar.
Comprendo que todos tenemos nuestro momento para hacerlo. Conozco ambas caras de la moneda, porque en diferentes etapas de mi vida y de mi formación profesional, he requerido tomar procesos de psicoterapia.
Por otra parte, la terapia psicológica puede ser tanto de manera presencial como a distancia, a través de diferentes plataformas.

La pandemia vino a popularizar esta modalidad de psicoterapia a distancia, que, desde hace diez años, he utilizado para dar seguimiento a quienes cambiaron su lugar de residencia o durante mis estancias fuera de la Ciudad.
He escuchado a personas que dudan de esta modalidad, diciendo que los efectos de la terapia no pueden ser los mismos de manera presencial que a distancia. Al respecto les puedo decir que dentro de las personas que actualmente toman psicoterapia conmigo, se encuentra un gran número de ellas con quienes nunca he tenido contacto presencial, sino únicamente a través de la pantalla. Y en sus palabras, se sienten conectadas con su servidora, como si estuviéramos cara a cara, además de que sesión tras sesión, van compartiendo los resultados de su proceso de terapia.
Por otra parte, la mayoría de las personas que me conocieron en el consultorio, ahora prefieren que continuemos bajo la modalidad en línea, debido a que esta representa una ventaja para ellos, ya que ahorran tiempo en los traslados hacia el consultorio. Y lo mismo me pasa a mí, pues antes de que mi psicoterapeuta migrara a otro país, en un día sin tránsito vehicular a vuelta de rueda, hacía por lo menos hora y cuarto hacia su consultorio. Hoy agradezco y me alegro de poder hacer uso de la tecnología para poder contar con su acompañamiento.
Si les gustaría leer o escuchar opiniones directas de los consultantes, los invito a dar click en el siguiente link: Los consultantes opinan.
¿Qué podemos obtener a través de la psicoterapia?
Algunos de los beneficios que podemos obtener durante un proceso de psicoterapia, son:
- Conocer el impacto que nuestra historia familiar tiene en nuestra vida presente, para romper patrones de repetición.
- Tomar nuestra responsabilidad para posibilitar los cambios deseados.
- Conectar la causa con el efecto y así evitar la repetición de consecuencias indeseadas.
- Comprender cómo opera el autosabotaje e impedir que tenga repercusiones en nuestra vida.
- Reestructurar nuestro autoconcepto y autoestima.
- Vivir en el presente y encontrar sentido y disfrute a la mayor parte de nuestras experiencias.
- Comprender nuestra manera de relacionarnos para poder establecer relaciones desde la interdependencia, evitando la dependencia y la codependencia.
- Dejar de tolerar las adversidades asignando significados diferentes a los eventos de nuestra vida.
- Conocer nuevas formas de comunicación para evitar y resolver conflictos.
- Y todo lo anterior para transformar nuestros impedimentos en soluciones.

Conclusión:
Quienes se dan la oportunidad de llevar un proceso de terapia psicológica en Intervención Holística Psicoterapia, se apropian de un espacio de descubrimiento y de transformación constante, en el cual los acompañaré y permaneceré a su lado diligentemente.
Gracias a todas las personas que me han permitido acompañarlas.